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Peronismo en Tierra del FuegoSimilitudes y contrastes: Vuoto arriesga fuerte, Perez deja pasar el turno

La réplica fueguina de la feroz interna justicialista nacional se juega en un escenario particular y con tiempos propios. Los dos intendentes con ambiciones mueven sus piezas en el ajedrez político que definirá la oferta eleccionaria.

Mientras la pelea por comandar el barco del poder interno en el Partido Justicialista navega aguas turbulentas a nivel nacional, en Tierra del Fuego cada quien parece embarcado en sentidos muy distintos, con resultados abiertos a todas las apuestas.

Desde el primer momento, el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, decidió quedarse con el timón en exclusividad y consagró su “lista de unidad” de la que muchos quedaron fuera, principalmente su par riograndense, Martín Perez, quien dejó pasar un turno, a la espera de su momento.

Para Vuoto, la jugada era riesgosa y así quedó demostrado con los hechos de violencia acaecidos el fin de semana, amargando el dulzor de la fiesta organizada para apoyar sin condiciones la candidatura de Cristina Kirchner. Una balacera tras la cual quedaron detenidos dos sindicalistas ligados al vuotismo ushuaiense son la clara muestra de que al reelecto presidente del PJ fueguino no le van a ser fáciles las cosas.

Intendnete de Ushuaia y presidente del PJ fueguino, Walter Vuoto.

Para más, se le viene una decisión más que difícil, habida cuenta de que para las elecciones de medio término tiene que decidir entre dos candidatas a Senador, ambas de su riñón y las dos decididas a ir a fondo con sus pretensiones.

María Eugenia Duré, que quiere ser reelecta, y Cristina Pérez, pareja de Juan Carlos Pino, se van a ver enfrentadas necesariamente, y el mandamás ushuaiense tendrá que bendecir a una de ellas. Una situación más que molesta, con probables consecuencias no deseadas.

Sopla el viento en Río Grande

En tanto, el intendente riograndense apuesta a la -aparente- neutralidad en la febril disputa interna nacional, y reserva municiones con la mira en el lejano 2027. Una estrategia que algunos le encuentran similitud a la adoptada por Kicillof.

El intendente de Río Grande eligió la neutralidad en la disputa nacional por el control del Partido Justicialista, una estrategia en espejo a la del gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof, con quien en apariencia comparte más que esa decisión circunstancial.

Principalmente, ambos mantienen sendos enfrentamientos con la agrupación La Cámpora, disputa que obstaculiza, aparentemente, la carrera de ambos hacia sus objetivos electorales: la gobernación fueguina y la presidencia de la Nación.

Con similar estilo al de Kicillof, el intendente de Río Grande, Martín Perez, se decidió por la neutralidad en la contienda entre el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, y la expresidenta Cristina Fernández Kirchner por el sillón principal del Partido Justicialista nacional. Que la segunda ya ganó antes del pitazo inicial.

Intendente de Río Grande y referente de Provincia Grande, Martín Perez.

La decisión, se especula, responde a una estrategia que tiene como meta máxima gobernar Tierra del Fuego en 2027. Pérez habría recibido un ofrecimiento de parte del riojano para integrar su lista de cara a las fallidas internas, que el intendente habría rechazado prefiriendo mantenerse ajeno a la contienda, tal como lo había hecho en los comicios del partido a nivel provincial.

El intendente de Río Grande no se pronunció ni respaldó la candidatura de Cristina a la presidencia del PJ, pese a su conocida buena sintonía con la ex presidente y ex vicepresidenta. En Buenos Aires enfatizan que el motivo detrás del silencio es el mismo que el de Kicillof: La Cámpora. Es que en Tierra del Fuego quien lidera la agrupación kirchnerista por antonomasia es el intendente de Ushuaia Walter Vuoto, reelegido al frente del PJ fueguino en septiembre pasado en un proceso electoral tácticamente estropeado antes de nacer.

Con todas las fichas puestas en el sillón de la gobernación, ambición que también desvela a Vuoto, el de Río Grande transita a gusto la ancha avenida del medio, gambeteando el desgaste que implicaría una sangrienta interna del peronismo fueguino, y preservando su protagonismo para cuando sea el momento.

Vidas paralelas

En rigor de verdad, es posible que los pensamientos y las especulaciones de Perez y de Kicillof transcurran por los mismos senderos, por casualidad, por circunstancia, ¿o por acuerdo?

Ambos ostentan una sólida base electoral en sus feudos, a pesar de no contar con el apoyo orgánico del partido, evidentemente. Confiados el intendente patagónico y el mandatario bonaerense en la buena cosecha en las urnas que pueden obtener sólo como consecuencia de sus prolijas y proactivas gestiones, dudan a la hora de cumplir con los alineamientos que se les exige desde las cúpulas. Esos cenáculos integrados por algunos referentes hechos y derechos, pero también por muchos auto percibidos conductores sin un solo pergamino electoral o al menos influencia o ascendencia demostrable que exhibir. El razonamiento es simple: si los votos son míos, ¿por qué tengo que obedecer a quien nadie vota?

Si bien Perez no participa ni directa ni indirectamente, en la interna del peronismo hay fueguinos en ambas listas. En la de CFK aspiran al Consejo nacional el propio Vuoto y la senadora Eugenia Duré.

El único fueguino en la nómina del malogrado Quintela era el ex senador Mario Daniele, veterano de tantas batallas. Al ex intendente ushuaiense y ex senador nacional hoy se lo sitúa cercano a la senadora Cristina López y al legislador provincial Juan Carlos Pino. Aunque ambos respaldaron decididamente la reelección de Vuoto al frente del PJ de Tierra del Fuego.

Estrategia local

El partido Provincia Grande se muestran disimuladamente activos y mueven sus fichas. Así, otean en el horizonte una posible confluencia con el nada despreciable sector que encabeza Liliana “Chispita” Fadul, histórica del peronismo fueguino, hoy principal referente del partido Somos Fueguinos, férreo opositor al gobernador Gustavo Melella, con algún poder de fuego: dos bancas en la Legislatura y una posible en el Congreso, tras el fallecimiento del diputado Héctor Stefani. Eso si prospera la pretensión de situar allí al ex concejal de Ushuaia Ricardo Garramuño, aunque sea una misión algo compleja.

El alter ego de Martín Perez, su influyente funcionario Gonzalo Ferro, es el encargado de poner palabras a la estrategia y de hacer público el posicionamiento del espacio riograndense fundado ad hoc, en la carrera a la pole position electoral. “Provincia Grande aspira a ser más amplio. Nosotros salimos de los fanatismos, de las posiciones radicalizadas y pretendemos un llamado amplio convocando a vecinos y vecinas de Rio Grande de cualquier signo político o independientes también, que entiendan que se tiene que promover el desarrollo, que en Tierra del Fuego hay industria instalada, y el ejercicio de la soberanía plena” definió el secretario de Gestión Ciudadana del gabinete de Perez.

Y a renglón seguido, Ferro demarcó sin eufemismos las diferencias con la conducción pejotista local, que pretenden superar a fuerza de votos: “El ejercicio del liderazgo, o, entre comillas, la conducción partidaria, entendíamos que no era el correcto y planteamos la situación en términos internos. Pero la decisión que tomó la conducción del partido fue cerrarlo, proponer una interna no del todo real, cortaron el padrón electoral 7 meses antes de la fecha que pusieron para las elecciones, profundizaron todas esas formas, esos estilos, la falta de valores en algún punto que nosotros entendíamos que había que corregir”. Más claro no se puede.

En definitiva, resulta interesante analizar la estrategia de un Martín Perez que sigue orejeando la baraja, firmemente sustentado en una gestión que no exhibe fisuras, y una reciente performance electoral que, aún por fuera de la estructura partidaria, lo sitúa a la cabeza de las preferencias del definitorio electorado peronista de Tierra del Fuego.