La vida política de Ricardo Garramuño (Ricardito para sus allegados) ha transcurrido en los últimos tiempos sumido en un perfil bajo que no se condice con el de los líderes del partido al que aparece aliado, el Somos Fueguinos de Chispita Fadul.
Sin estridencias, el hijo del respetado ex intendente de Ushuaia y Senador Nacional Jorge Garramuño, busca despojarse de la imagen de “portador de apellido” para tener una carrera propia, que lo puso en un lugar destacado en sus tiempos de concejal de la capital provincial.
En tal función, hasta diciembre de 2023 se ocupó de batallar contra la gestión del intendente camporista Walter Vuoto, abundando en denuncias que ponían en duda la transparencia de los manejos del Municipio.
Tras iniciar su militancia en el Movimiento Popular Fueguino que tanto honró su padre, Ricardito fue encontrando escalones para proseguir la trepada política en otros espacios partidarios. Fue candidato suplente a Diputado Nacional por Juntos por el Cambio en las elecciones de 2021, cuyo resultado lo pone hoy imprevistamente en instancias de asumir la banca, si se impone en la disputa con la segunda titular de la misma lista, Dalila Nora.
Su compromiso con el MPF terminó en 2022 cuando acompañó a Chispita Fadul en la lista de Somos Fueguinos para la Convención Estatuyente de Ushuaia, desde donde siguió su pelea contra Vuoto. Y se distanció definitivamente del partido de su padre cuando finalizó su gestión como concejal y, en diciembre de 2023, se bautizó en las aguas que lo consagraron como afiliado a Somos Fueguinos.
Desde entonces, su relación con Chispita Fadul se afirmó al extremo de que fue la líder partidaria quien lo acompañó a Buenos Aires para gestionar apoyo político que le permita ganar la banca que dejó vacante que también quiere Dalila Nora.
Mientras tanto, y para paliar la ansiedad, Ricardito sigue en las redes sociales su guerra con Vuoto. Le dedicó un curioso meme en X (antes Twitter) en el que alude al escándalo desatado en el marco del acto partidario en el que se manifestaba el apoyo de La Cámpora ushuaiense a la candidatura de Cristina Kirchner para presidir el peronismo.
Nada que ver con el amplio arco partidario en el que se paseó Garramuño durante su carrera políticas. Pero todo sirve a la hora de ganar imagen cuando alguien está embarcado en la pelea por ganar el juego de la silla.
Vale recordar que, después de la violenta gresca (con balazos incluidos) frente al local partidario de Vuoto, el jefe comunal, reelecto presidente del PJ fueguino, mandó a publicar un comunicado en el que lamentaba los incidentes y se proclamaba absolutamente distante de los protagonistas del escándalo.
Garramuño, entonces, apeló a la Biblia, se acordó de Poncio Pilatos y sugirió que Vuoto y los suyos se estaban “lavando las manos”. Es lo que deja entender la gráfica que, sin texto explicativo, acompaña el posteo.
Se vienen tiempos pesados en la política local y Ricardito Garramuño quiere ser protagonista. Más en las redes que en los medios, tal cual es su estilo.